1. Organiza tu nevera: Guarda los alimentos por categorías y revisa las fechas de caducidad regularmente para evitar desperdicios y tener una visión clara de lo que tienes.

2. Prepara más cantidad y congela: Si vas a cocinar algo que se congela bien (como guisos, sopas o salsas), haz una porción extra para tener lista para otro día.

3. Aprovecha las sobras: No tires lo que te quedó de la comida. Con un poco de creatividad, puedes transformarlo en un plato nuevo y delicioso.

4. Ten a mano básicos de despensa: Asegúrate de tener siempre ingredientes esenciales como arroz, pasta, legumbres, aceite, sal, pimienta y tus especias favoritas.

5. Limpia mientras cocinas: No dejes que la pila de trastes crezca. Lava los utensilios y recipientes que ya no necesites mientras preparas la comida.

6. Usa utensilios adecuados: Invertir en buenos cuchillos, sartenes y otros utensilios de calidad facilitará mucho tu trabajo en la cocina.

7. Aprende técnicas básicas de corte: Saber cortar cebolla, ajo y otros vegetales de forma eficiente te ahorrará tiempo y mejorará la presentación de tus platos.

8. Simplifica las recetas: No te compliques con recetas muy elaboradas al principio. Empieza con preparaciones sencillas y ve aumentando la dificultad gradualmente.

9. Planifica tus menús: Dedica un tiempo a planificar las comidas de la semana. Esto te ayudará a hacer una lista de compras eficiente y a evitar decisiones  de último minuto.

Experimenta con confianza: No tengas miedo de probar nuevas recetas e ingredientes. ¡La cocina es un espacio para la creatividad!